viernes, 5 de septiembre de 2014

TERAPIA TRANSGENERACIONAL. PROCESOS DE DIFERENCIACIÓN FAMILIAR

Murray Bowen, psiquiatra estadounidense que trabajó en la teoría del Doble Vínculo junto a Gregory Bateson, descubrió que las mismas fuerzas que mueven a las personas son las que mueven al resto de seres vivos. Bowen afirma que el sistema emocional de los humanos está regulado por la interacción de dos fuerzas homeostáticas, la diferenciación, entendida como la tendencia seguir su propia dirección e intereses, ser independientes, distintivos, y la solidaridad, como impulso a seguir la dirección de otros, conectarse, ser indistintos como entidad.
La diferenciación es el grado de separación o independencia emocional que un individuo logra conseguir respecto al entorno familiar en que se desarrolla. Bowen denominó “masa indiferenciada del yo familiar” a todo aquello que obstaculiza la diferenciación del individuo de la fusión o unidad relacional (situación de vínculo entre 2 o más personas que imposibilita la discriminación del ego). Si un individuo desarrolla un nivel bajo de diferenciación, gran parte de su energía se encamina a sus procesos de relaciones familiares, inhibiendo su capacidad habilidad para actuar fuera de las reacciones emocionales del sistema emocional familiar. Una persona con poca diferenciación es emocionalmente reactiva a las emociones de la situación. En contraste, altos niveles de diferenciación representan una mayor separación del campo emocional del sistema emocional familiar. Cuando el campo emocional es “leve”, las personas tienen mayor libertad de actuación y son capaces de usar su sistema intelectual para decidir la forma que quieren reaccionar ante determinada situación.
Uno de los aspectos más importantes de la teoría de Bowen es la diferenciación y las relaciones de pareja, el autor afirma que en las parejas funcionales se observan individuos que presentan el mismo grado de diferenciación. Si una persona se relaciona con otra con mayor grado de diferenciación, posiblemente se sentirá poco apreciada, y en el caso contrario, de que su pareja sea más indiferenciada, posiblemente sentirá que es demasiado dependiente.
Un ejemplo de proceso de diferenciación es la historia del viaje que emprende Christopher McCandless a Alaska, recogido en la novela y película “Hacia rutas salvajes”, y podría fundamentarse a través de las siguientes afirmaciones de Murray Bowen:
  • “El proceso de diferenciación requiere que una persona se convierta en un ser individual sin desconectarse completamente de los miembros de la familia”
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  • “La autonomía no significa seguir en forma egoísta sus propias directivas, significa la habilidad de estar auto-determinado. La auto-determinación podría resultar como opción para guiarse por los mejores intereses del grupo”.

Christopher McCandless es un joven adinerado de 24 años, que tras terminar sus estudios universitarios rompe radicalmente con su sistema familiar. Tras inventarse una nueva identidad, Alexander Supertramp, inicia un viaje a Alaska en busca de la verdadera felicidad. La historia plantea temas como los lazos y la responsabilidades familiares, la lucha entre el individualismo en estado puro y la necesidad de amor y compañía, o el idealismo.
“Hace dos años que camina por el mundo, sin teléfono, sin piscina, sin mascotas, sin cigarrillos. La máxima libertad. Un extremista. Un viajero esteta cuyo hogar es la carretera. Escapó de su familia y de la sociedad. Jamás regresará. Y ahora, después de dos años de vagar por el mundo, emprende su última y mayor aventura. La batalla decisiva para destruir su falso yo interior y culminar victoriosamente su revolución espiritual”

Alexander Supertramp


lunes, 23 de junio de 2014

LEALTAD INVISIBLE


La lealtad invisible según Boszormenyi-Nagyy Geraldine Spark implica la existencia de expectativas estructurales de grupo, en relación con las cuales todos los miembros adquieren un compromiso. Su marco de referencia es la confianza. Por otra parte, la jerarquía de expectativas del grupo connota un código no escrito de regulación y sanciones sociales. La internalización de las expectativas y los mandamientos en el individuo leal proporcionan fuerzas psicológicas estructurales que pueden ejercer coerción sobre el sujeto. Si no puede reclamar el más profundo compromiso de lealtad, ningún grupo podrá ejercer un grado elevado de presión motivacional en sus miembros...
Alejandro Jodorowsky define dicho concepto de la siguiente manera: 
“Nuestro árbol genealógico, nuestro inconsciente, es como una tribu. Tiene miedo a que nos diferenciemos de él. Somos portadores de los conflictos no solucionados de nuestro árbol genealógico y eso se manifiesta en nosotros de muchas maneras...”
Un ejemplo de lealtad invisible es el de la muerte del actor Brandon Lee. Al parecer le mataron durante un rodaje, alguien había dejado olvidada una bala en un revólver que debía estar cargado con balas de fogueo. Lo curioso es que justo veinte años antes de ese accidente, su padre, Bruce Lee, había fallecido también en pleno rodaje, de una hemorragia cerebral, durante una escena en la que debía interpretar el papel de un personaje muerto accidentalmente por un revólver que debería haber estado cargado con balas de fogueo. A pesar de lo inverosímil de esta historia, es un claro ejemplo de lealtad invisible, Brandon Lee, a través de la repetición del drama que pudo suponer el fallecimiento de su padre, podía estar honrándole y mostrándole su lealtad.

Otro ejemplo de lealtad invisible es el de Ana, una joven de 35 años, que a pesar de haber tenido varias parejas nunca había conseguido consolidar ninguna relación. Después de buscar mil excusas, lamentarse de su mala suerte, culpar a sus ex parejas, etc., acudió a un profesional para poner en marcha cambios de segundo orden y conocer cuál era su parte de responsabilidad en sus fracasos sentimentales. Comienzó a hacer terapia transgeneracional y a explorar el origen de su sistema familiar. Descubrió, para su sorpresa, que por medio de su soledad había estado mostrando lealtad a una antepasada materna con quien un hombre había cometido una injusticia. Esta lealtad de Ana iba más allá de la relación con su madre, cuyo papel había sido el de transmisora de unaserie de códigos secretos familiares.


MUSICOTERAPIA FAMILIAR


La Musicoterapia, utilizada desde hace más de seis décadas como tratamiento eficaz para diferentes problemáticas individuales y grupales, no cuenta con demasiadas investigaciones sobre su utilización en el ámbito de la Terapia Familiar.

La Musicoterapia como una disciplina que a través del sonido, el silencio y el movimiento pretende contribuir a la restauración de la salud, y el bienestar de un paciente identificado y el sistema familiar al cual pertenece, incidiendo sobre los patrones relacionales disfuncionales y rescatando las capacidades individuales y grupales con las que cuentan.

En el IX Congreso Mundial de Musicoterapia que se realizó en 1999 en la ciudad de Washington, Estados Unidos, hubo un reconocimiento por parte de la comunidad de musicoterapéutas de todo el mundo, de cinco modelos teóricos (Schapira, 2002):

  • Modelo de Musicoterapia Behaviorista o Modelo Conductista.
  • Modelo de Musicoterapia Analítica de Mary Priestley.
  • Modelo Benenzon.
  • Modelo Nordoff Robbins o de Musicoterapia Creativa e Improvisacional.
  • Modelo GIM.
Algunas de las fuentes principales que nutren la epistemología de la Terapia Familiar coinciden con los principios fundamentales de la Musicoterapia:
  • Principio holístico: Mirar a un todo funcional y comprender la interdependencia de sus partes, o sea, analizar cómo una determinada parte de un todo se relaciona con las otras partes del mismo todo. En todo cambio terapéutico en el que interviene la música se ven involucrados las áreas fisiológica, cognitiva, emocional, social y espiritual.
  • Principio ecológico: Tener en cuenta al individuo inserto en su medio. La teoría sistémica considera un sistema (individuo) inserto en otro sistema (familia), el cual a su vez está incluido dentro de otro (sociedad). La musicoterapia también toma en cuenta a las personas con respecto a sus relaciones interpersonales, a los hechos significativos que les acontecen y los integra al devenir terapéutico.
  • Principio de circularidad: Todos influyen en todos, la actividad de uno de los elementos tiene la capacidad de variar el contexto en que se sitúa.
  • Principio homeostático: La música contribuye a la homeostasis intelectual, social, familiar, etc. del individuo, a su equilibrio personal.
  • Segunda cibernética: En la teoría sistémica, el concepto de sistema terapéutico alude a la inclusión del terapeuta en el sistema familiar (el terapeuta debe tener en cuenta como afecta su inserción al sistema). En la musicoterapia, el terapeuta es el encargado de observar y guiar lo que acontece en la escena terapéutica, pero como parte del sistema observado.
La Terapia Familiar contempla a las familias desde su sistema de roles, a partir del conjunto de funciones que asume cada miembro; dicha relación de roles es también inherente a cualquier actividad musical, lo que hace que en determinadas  circunstancias haya solistas y acompañantes, y como tal, es abordada desde la Musicoterapia. La Musicoterapia, al igual que la Terapia Familiar, centra su mirada en las reglas, musicales y familiares respectivamente, entendidas éstas como los “acuerdos” entre los miembros de la familia – experiencia musical para obrar de un determinado modo. La Terapia Familiar plantea que un sistema familiar aglutina diferentes subsistemas (conyugal, parental, fraterno, etc.), de la misma manera que la Musicoterapia entiende que la música, concretamente su organización instrumental, está compuesta por diferentes subsistemas musicales: percusión, cuerda y viento. En conclusión, cualquier actividad musical grupal representa una metáfora perfecta de cómo funciona un sistema familiar, y viceversa, la conjugación de objetivos comunes e individuales bajo un sistema de reglas compartido, la adecuada definición de roles y la comunicación entre los miembros como pilar fundamental, son parte de los elementos necesarios para que tanto la experiencia familiar como musical sea positiva.





La música puede considerarse un lenguaje universal no verbal (con su propio código) que expresa emociones, estados de ánimo, sentimientos respecto a determinadas situaciones o personas; es una vía de comunicación que puede hacer emerger la empatía entre los miembros de una familia, además, la música también es un medio de comunicación intergeneracional, que permite reflexionar sobre el ayer, el hoy y el del mañana, dándonos la oportunidad de aprender del pasado. La música como elemento fundamental de la comunicación emocional familiar, fomenta sentimientos de cohesión familiar, confianza interpersonal y vinculación.

Minuchin y Fishman hablan de la existencia de tres holones familiares: holón conyugal, holón parental y holón fraternal, la música juega un papel protagonista en los tres holones de la siguiente manera:

  • Holón conyugal: El hecho de que la música haya unido a la pareja en el pasado es un eslabón de esa gran cadena que debe seguir así, que les produzca agrado, que los una, además porque los beneficios son grandes en el sentido en que no solo entra la música por los oídos, sino que vuelve a hacer vibrar, a generar emociones, a ser ese anclaje hacia la felicidad.
  • Holón parental: La música es parte inherente de este holón desde antes del nacimiento del niño/a. A las 17 semanas de gestación el bebé ya escucha sonidos del mundo exterior, la voz de sus padres, los sonidos de la casa, etc. Después, las canciones de cuna son un elemento fundamental ya que contribuyen no solo a fortalecer el lazo afectivo entre los padres y el hijo, sino que además sirven para fomentar el desarrollo intelectual del bebé. Para el adolescente, la música desempeña un papel crucial a la hora de “apropiarse de los deseos”, se convierte en un símbolo de su búsqueda de identidad y diferenciación.
  • Holón fraternal: La música para el holón fraterno puede ser un lugar de encuentro, una experiencia comunicativa y lúdica que les ayude a intercambiar experiencias, preocupaciones y sentimientos. La música, como herramienta terapéutica, puede favorecer la cohesión del subsistema fraterno.
Las herramientas musicoterapéuticas para la intervención con familias son las siguientes:
  • Principio de ISO: El principio de ISO es el conjunto de energías sonoras, acústicas y de movimiento que pertenecen a un individuo caracterizándolo e individualizándolo.
  • Ficha Musicoterapéutica: Tiene como objetivo recopilar información sobre la historia sonoro-musical de los diferentes miembros de la familia y de su entorno
  • Genograma trigeneracional musical: La propuesta de este trabajo es incorporar al genograma información sonoro-musical de la familia, de todos sus miembros, hacer un viaje musical a través de la historia familiar, para detectar posibles patrones de repetición generacional relevantes, que incluyan a tres generaciones.
Las técnicas de musicoterapia que podemos emplear con las familias son las siguientes: 
  • Improvisación musical familiar: Expresión espontánea de producciones sonoras para representar aspectos de su mundo personal, estados anímicos, vivencias, percepciones, etc.
  • Canción terapéutica: La canción terapéutica se sitúa en el marco de la Terapia Narrativa, la cual postula que el significado que le damos a los eventos en nuestras vidas, y cómo organizamos éstos en historias sobre nosotros y los otros, dará forma a la vida. La Terapia Narrativa ve a las personas separadas de los problemas, y les presume capacidades, creencias, valores, compromisos y habilidades que les pueden ayudar a reducir la influencia de los problemas sobre sus vidas. La Terapia Narrativa centra a las personas como expertas de sus vidas. La canción terapéutica facilita que la persona o familia tome contacto con una situación “dolorosa” vivida desde una posición diferente. Encontrar una resolución simbólica a una situación de este tipo y ser capaz de resolverla haciendo una lectura en positivo, desde la creatividad que implica la escritura y la música, permite pasar de la insensibilidad al sentimiento, de la negación a la aceptación, del conflicto y caos al orden y resolución, de la ira y pérdida al crecimiento.
  • Uso de música editada: La selección musical es elegida a partir de la subjetividad de la familia y sus miembros, teniendo en cuenta la información que se desprende de la ficha musicoterapéutica, los objetivos particulares para cada caso, los modos expresivos-receptivos de la familia, su historia musical, etc.
  • La música en los rituales familiares: La música, como parte inherente de la identidad de las familias, juega un papel fundamental ya desde épocas ancestrales en el desarrollo de los rituales. La propuesta de este trabajo es “rescatar” el uso de la música y las canciones en los rituales terapéuticos familiares, para darles un carácter original e innovador, y también, para utilizar elementos simbólicos propios de cada familia.

Es importante valorar la idoneidad de la aplicación de la música en el proceso terapéutico de las familias, teniendo en cuenta las características de éstas. De la misma manera que la música puede ser un recurso terapéutico muy efectivo para el trabajo con algunas familias (de etnia gitana por ejemplo, por ser una de las señas de identidad que les caracteriza y diferencia de otras culturas, y también parte del legado familiar que transmiten de generación en generación) hay otras familias que su relación con la música es prácticamente nula, no les produce ningún tipo de sensación, les resulta indiferente.

martes, 27 de mayo de 2014

TERAPIA SISTÉMICA EN EL DUELO


La visión sistémica, a diferencia de otras perspectivas terapéuticas, pone la mirada en la modificación del sujeto a partir de la interacción con “los otros”, siendo dicha mirada relacional y no individual. La pérdida de un ser querido exige una reestructuración de su sistema familiar a través de un proceso de duelo. La sistémica habla de duelo familiar, cuyo objetivo es el de establecer las bases de un nuevo sistema familiar que surge a partir del anterior pero que será diferente.

Un proceso de duelo representa una situación de crisis ante la cual la familia podrá reaccionar de dos maneras diferentes, a partir de un cambio adaptativo, reestructurándose, o desde la inadaptación a la nueva realidad, lo que puede desembocar en conflictos individuales y familiares.

La Terapia Familiar incide en la importancia de co-construir una alianza terapéutica sólida trabajar de manera efectiva los procesos de duelo; solo a partir de una adecuada unión con el sistema familiar, el terapeuta podrá hacer un acercamiento terapéutico a las familias.

  “atender al conflicto del dolos sin olvidar resolver el conflicto del duellum”.

La intervención sobre estas dos caras de la misma moneda es la piedra angular del planteamiento sistémico en los procesos de duelo familiares, por un lado legitimando los sentimientos y reconociendo el sufrimiento (dolos), y por otro trabajando sobre los sentimientos de culpa, las idealizaciones, etc. aspectos que considero están asociados a la estructura familiar(duellum).
Las estrategias terapéuticas sistémicas que son innovadoras respecto a otros modelos de intervención son las siguientes:

·       Intervenir sobre los límites o jerarquía de la familia.
·       Utilización de paradojas que impidan la perpetuación del duelo.
·       Uso de rituales.
·       Utilización de narrativas, reescribiendo el pasado para ofrecer una visión         nueva de la situación actual.