La
visión sistémica, a diferencia de otras perspectivas terapéuticas, pone la
mirada en la modificación del sujeto a partir de la interacción con “los
otros”, siendo dicha mirada relacional y no individual. La pérdida de un ser
querido exige una reestructuración de su sistema familiar a través de un
proceso de duelo. La sistémica habla de duelo familiar, cuyo objetivo es el de
establecer las bases de un nuevo sistema familiar que surge a partir del
anterior pero que será diferente.
Un
proceso de duelo representa una situación de crisis ante la cual la familia
podrá reaccionar de dos maneras diferentes, a partir de un cambio adaptativo,
reestructurándose, o desde la inadaptación a la nueva realidad, lo que puede
desembocar en conflictos individuales y familiares.
La
Terapia Familiar incide en la importancia de co-construir una alianza
terapéutica sólida trabajar de manera efectiva los procesos de duelo; solo a
partir de una adecuada unión con el sistema familiar, el terapeuta podrá hacer
un acercamiento terapéutico a las familias.
“atender
al conflicto del dolos sin olvidar
resolver el conflicto del duellum”.
La
intervención sobre estas dos caras de la misma moneda es la piedra angular del
planteamiento sistémico en los procesos de duelo familiares, por un lado
legitimando los sentimientos y reconociendo el sufrimiento (dolos), y por otro
trabajando sobre los sentimientos de culpa, las idealizaciones, etc. aspectos
que considero están asociados a la estructura familiar(duellum).
Las
estrategias terapéuticas sistémicas que son innovadoras respecto a otros
modelos de intervención son las siguientes:
· Intervenir sobre los
límites o jerarquía de la familia.
· Utilización de paradojas
que impidan la perpetuación del duelo.
· Uso de rituales.
· Utilización de narrativas,
reescribiendo el pasado para ofrecer una visión nueva de la situación actual.