miércoles, 29 de enero de 2014

TERAPIA SISTÉMICA CON FAMILIAS TRANSCULTURALES

En los procesos migratorios se generan situaciones de pérdida donde la ambigüedad es un elemento predominante, lo que representa un hándicap para elaboración del duelo. Podemos diferenciar dos tipos de “perdida ambigua” que pueden experimentar los emigrantes, por un lado las de tipo físico, donde la persona está presente en la memoria y en la afectividad de su familia (y viceversa) pero físicamente no está, y la pérdida ambigua psicológica, que es cuando la persona está físicamente presente pero psicológicamente se encuentra ausente.

La migración es una experiencia que no pertenece únicamente a los que dejan su país natal, entre los protagonistas afectados por el “hecho migratorio” se incluyen aquellos que se quedan, los que se van y los que van y vienen. Desde una perspectiva sistémica, se debe poner el foco en la interacción de todos los protagonistas afectados en el momento presente, más que profundizar exclusivamente en el cómo eran cuando el inmigrante dejó su hogar.

A través del diálogo intercultural terapéutico entre el profesional y el individuo o familia inmigrante, van construyendo una identidad multicultural, lo que favorece una mayor posibilidad de integración o de adaptación a las distintas situaciones de la inmigración.

Las terapias transculturales se basan en principios fundamentales como la universalidad psíquica y el complementarismo, entendiendo la universalidad psíquica como la parte fundamental del psiquismo que es igual para todos los seres humanos sea cual sea su cultura, y el complementarismo, (George Devereux, 1950), como herramienta terapéutica que utiliza de manera complementaria (y no comparativa) varias disciplinas para analizar el comportamiento humano: la antropología, la psicología, y el psicoanálisis, lo que permite una lectura múltiple de las situaciones  que viven las personas migrantes.

En la intervención con inmigrantes  habría que poner el acento en los diferentes duelos inherentes al hecho migratorio, por desarraigo social y cultural, pérdida de estatus, distanciamiento con el grupo de pertenencia, y el más significativo de todos para el sistema familiar, que es el duelo por separación de los seres queridos. Para analizar y comprender las dificultades que presentan las familias inmigrantes, se han de tener en cuenta las problemáticas añadidas de los duelos por migración, las pérdidas no son totalmente claras y completas, al contrario que en el duelo por defunción, todo continua vivo pero ausente y lejano, lo que puede dar lugar a que el sistema familiar o algunos miembros del mismo,  puedan llegar a especular o “soñar” con la posibilidad de regresar a su lugar de origen.